
Tomarse un irish breakfast rico en colesterol. Mmmm...

Sentarse en la hierva verde y mojada después de haber llovido.

Pasar largas horas en los parques si no llueve, y si llueve, también.

La dieta de la Guinness, los sandwiches y las madalenas.

Pasear por barrios medievales.

Ir a las tabernas de Temple Bar a emborracharse.

I por último ir a cenar al restaurante de la dublinesa number one! Sin tí, este viaje no hubiera existido.
Ja t'anyorem!